Según los antiguos chinos, la ubicación de nuestra residencia, lugar de trabajo y los objetos y posesiones con que nos rodeamos, pueden afectar nuestra actitud e incluso en nuestra mente. El arte popular chino de distribuir los objetos para favorecer la armonía y la buena suerte se llama Feng Shui. Este conocimiento antiguo nos capacita para buscar la paz y para un crecimiento nuevo a través de nuestra relación con los objetos que nos rodean, situándolos de modo que la gente (Hombre), el entorno (Tierra) y el espíritu (Cielo) formen una alianza armoniosa para el progreso.
Feng significa viento, y Shui agua. Simboliza “el viento ascendiendo a la cima de una montaña” y “el agua subiendo hasta su cumbre”, que unidos orientan las actitudes y los actos de una persona hacia el éxito.

El arte del feng shui se ha ejercido en China y en otros países asiáticos durante siglos, y prácticas similares eran conocidas para los antiguos egipcios, griegos, romanos, árabes, hindúes y las poblaciones nativas de América del Norte y del Sur.
No se necesita comprar una brújula tradicional de feng shui , ya que son caras y muy complicadas de entender. En el método de las Nueve Estrellas, bastará con una brújula convencional de estilo occidental. Lo único que nos hará falta son los ocho puntos cardinales y los diversos grados para determinar las posiciones de los diferentes sectores de dirección.
Continuará ....
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